martes, 9 de octubre de 2007

A mi hijo...

Esta carta la hice a mi hijo (todavía no tengo) pero... para cuando lo tenga!

12 Septiembre 07

Hola Hijo:
No se tu nombre aún, pero me imagino cómo eres; algo me hace pensar que tendrás entre 8 y 10 años; si no es así, es porque muchas veces nuestras decisiones cambian conforme vamos creciendo.
Estoy casi seguro también que el mundo en el que vives, y espero estar viviendo yo contigo en estos momentos no se parece tanto al mundo en el que viví yo cuando escribí esta carta. Te platicaré un poco de mi mundo, hijo…
Estoy sentado en una mesa de la ciber plaza de mi escuela, faltan 13 minutos para que comience mi clase y yo como siempre despreocupado, ¿que a gusto tu padre no? El clima es fresco, por cierto, estoy en el Tecnológico de Monterrey Campus Guadalajara, precisamente donde esta carta descanso por 20 años hasta que llegó a tus manos.
Hijo, en este mundo la gente está luchando mucho por salir adelante. Hay alumnos en mi escuela que no estudian como debieran, ni aún porque sus padres pagan mucho dinero por tenerlos en esta escuela, la mejor escuela de México, de mi país, no sé si será el tuyo también. Muchos que no aprovechan sus estudios lo hacen porque creen tener su mundo asegurado, pero hijo, este mundo es bastante cambiante, es por eso que creo que tu mundo será diferente.
Chaparrín, hoy pienso en ti y no te conozco, pero en estos momentos es mi más grande anhelo y uno de mis principales objetivos de vida tenerte, cuidarte y protegerte hasta el momento en el que tú decidas ser independiente; hijo, si no lo estoy haciendo, si sientes que te ha faltado amor, cariño, respeto, comprensión, dime, en verdad dímelo y perdóname por esa falta. Prometo escucharte y darte un fuerte abrazo y un beso cuando termines de leer esta carta.
Hijo, si eres el primero, si eres el segundo, esta carta es para ti, no sé si tendrás hermanos más chicos o más grandes, no sé si tu mami y yo estemos juntos o no. Hay veces que los papás tenemos problemas y tenemos que separarnos, hay ocasiones (y espero que esta sea una de esas) en la que permanecen unidos por muchos, muchos años. En cualquiera de los dos casos, tu madre, tus hermanos, tus abuelos y yo te amamos y en especial para mí, eres un cachito de vida, que si algún día me lo quitan, tenlo por seguro que mi vida no tendría mucho sentido; porque eres mi sangre, eres mi espíritu. Te amo hijo, ven a darme un abrazo, y si no estoy aquí en tu mundo, ve a donde esté mi memoria y muéstrame esta carta, quiero volver a leerla, junto a ti.
Tu padre, Luis Guillermo Bueno López.

A mi abuelo...


17 Junio 07

Sr. Luis Bueno:
Ya sé, que saludo tan formal; es sólo por representar con palabras lo que eres para mi abuelo, o abuelito, si queremos recordar viejos tiempos. Eres un señor, un tremendo señor que me ha enseñado y que me seguirá enseñando muchos aspectos de este mundo en el que a veces parece tan difícil vivir.
Le comentaba a mi papá que el día del padre parece estar más abajo que el día de la madre, dile que te comente mi teoría. Ya me tocará ser padre, y a ti bisabuelo, y sentir lo mismo acerca de estos días festivos que a pesar de tener un objetivo muy bonito muchas veces comercializan el amor que se siente por nuestros seres queridos.
Pues hoy yo no te pienso felicitar, tengo una mejor idea, darte las gracias. Te quiero dar las gracias por cargarme cuando estaba chico, por ayudarme a bañarme, por comprarme juguetes bonitos y por contarme chistes que me hacían reír mucho. Por hacerme huevo con chorizo de desayuno cuando me quedaba a dormir con ustedes, por llevarme a Las Hadas, por llevarme con mi Tío Memo (otro gran señor).
Por cuidar a mi abuelita Rosita, por querer a mi abuelita Leti, por ir a dar la vuelta al centro y a cenar todos los fines de semana, por tener una comunión con Dios, por regañar a mi padre cuando lo hiciste y por alentarlo a seguir adelante cuando lo necesitó, por permitirle estudiar en otra ciudad y descubrir su vocación.
Por llorar conmigo, en un momento muy personal antes de que tu nieto se viniera a estudiar a esta ciudad que representa peligros y amenazas, pero que con tus consejos y los de mi familia pareciera ser mas fácil de enfrentar. Abuelo, gracias por enseñarme este mundo desde tus ojos; eres, y te lo reconocen todos los que saben quien eres, una persona honesta y trabajadora, un ejemplo a seguir, y doy gracias a Dios por ser tu nieto.
Doy gracias a Dios por tenerme junto a ti y por, aunque en estos momentos me encuentro distante, sentirte siempre en mi corazón, saber que estarás ahí conmigo cuando tenga una duda, cuando quiera platicarte algo o cuando quiera desayunar huevo con chorizo o comer bacalao en navidad. Abuelito, ¡gracias!

Te ama, tu nieto. Luis Guillermo

A mi padre...


17 Junio 07


¡Hola papá!
Pareciera que el día del padre lo toman menos en cuenta que el día de la madre, quizá porque en la misma sociedad en la que vivimos, en la que se supone que los hombres sentimos menos se piense que los padres necesitan menos festejo en su día. Pero eso no impide que hoy, a pesar de que por razones de escuela esté distante y no te pueda abrazar y felicitar como lo deseo en este momento, te recuerde.
Padre, eres un ejemplo para mí. Tenemos diferencias, en cuanto a la manera de pensar, la manera incluso de ver las cosas por mas sencillas que parezcan. Nuestras personalidades chocan simplemente porque son muy parecidas. Eso aparenta un problema en nuestra convivencia pero detrás de eso esta el amor que te tengo, por ser mi guía, por siempre querer lo mejor para mí.
Tu pasión por tu carrera, tu fuerza para seguir adelante cuando todo parece ser adverso, y para no volar cuando el entorno pareciera ser un alto cielo rodeado de nubes. Todo eso representa tus valores, tu responsabilidad y tu honestidad. Todos tenemos defectos y todos los sabemos, pero todos tenemos también virtudes y a veces hace falta que nos las reconozcan para nosotros mismos reconocerlas.
Es una virtud para mí tenerte como mi compañero de vida, por lo menos de la que llevo vivida y de muchos años más en los que con todo el corazón deseo que estés a mi lado, y que superemos diferencias que se tendrán, simplemente para pedirte un consejo, para platicarte algo que se me ocurra platicarte o para darte un abrazo y decirte como estuvo el camino a Colima.
Se que no está ahí contigo uno de tus hijos, pero las mujeres de la casa te van a consentir, la gente te va a felicitar, mi abuelo te va a dar un abrazo y vas a disfrutar este domingo, hoy no importa si México gana o pierde, hoy no hay liga de fútbol; hoy es tu día, y tu hijo que se encuentra a un par de horas de distancia, tan cerca y tan lejos, te envía un abrazo y un beso.
Papá, gracias por todo, te amo, gracias por aguantarnos, gracias por tratar de cambiar por nosotros, gracias por recordarme lo que de todos modos se me va a olvidar, gracias por darme los buenos días en el Messenger, simplemente, este día, gracias y felicidades.
Te ama, tu hijo.